Me ha sorprendido la designación por parte de la Real Federación Española de Fútbol del fichaje como Secretario Técnico del ex-jugador Fernando Hierro. No tengo muy claro cual es la función de un Secretario Técnico en la Federación ni el curriculum del sujeto en questión en lo que a organización deportiva se refiere, ya que una vez designado al selecciónador de turno (ardua tarea) no se me ocurre ocupación que pueda desarrollar, porque en esa organización la "contratación" de jugadores, compete al seleccionador, al menos en teoría. Parece todo un tanto esperpéntico. Quizá se trate de compensar los servicios prestados durante su dilatada carrera deportiva, ya que como todos sabemos en este país, los jugadores de fútbol de élite al retirarse quedan muy mermados en su capacidad económica y son una especie a proteger. Aunque puestos a ser generosos, lo podrían haber designado como seleccionador de alguna comunidad autónoma; el trabajo se reduce a planear un partido amistoso al año.
27 septiembre 2007
El cristal con que se mira
A finales del año 2005 la aparición en el rotativo holandés Jyllans-Posten de unas caricaturas sobre el profeta Mahoma, motivó que tras las amenazas de los fundamentalistas islámicos que consideraron que era una ofensa hacia ellos; se alzaron desde el mundo occidental y lógicamente también desde este país, movimientos de apoyo hacia los responsables de la publicación y durísimos ataques dirigidos a los integristas, amparándose en el derecho de libertad de expresión.
Semanas atrás, algunas de las voces que se alzaron en este país en defensa de la libertad de expresión, se rasgan las vestiduras y citan a declarar a los responsables de una revista satírica que publica en portada una caricatura de los Príncipies de Asturias. Y recientemente se repiten los hechos cuando un grupúsculo de antimonárquicos quema retratos de los Reyes. Los talibanes siempre están al quite.
Semanas atrás, algunas de las voces que se alzaron en este país en defensa de la libertad de expresión, se rasgan las vestiduras y citan a declarar a los responsables de una revista satírica que publica en portada una caricatura de los Príncipies de Asturias. Y recientemente se repiten los hechos cuando un grupúsculo de antimonárquicos quema retratos de los Reyes. Los talibanes siempre están al quite.
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