La historia se repite. No se que extraño virus cultiva desde tiempos immemoriales, se podria decir que desde su misma construcción, en los cimientos del Nou Camp. Se trata de una especie de aluminosis extraña que se manifiesta mayoritariamente en los grandes futbolistas foráneos que llegan al club.
El último afectado ha sido Ronaldinho. Vistos los últimos acontecimientos todo indica que no volverá a vestir la zamarra azulgrana y se sumará a la lista donde figuran nombres ilustres del balompié mundial como Maradona, Schuster, Laudrup, Rivaldo, Ronaldo por nombrar a los más recientes.
A pesar de lo superprofesionalizado que está el fútbol actual y de que todo lo que lo integra se mide bajo un prisma estrictamente mercantil, resulta paradójico que un club que hace gala de integrador y cultivar valores que sobrepasan lo estrictamente deportivo y que se resume con la famosa frase de "més que un club", endémicamente durante toda su historia (debe tratarse de otro síntoma del virus en cuestión) no sea capaz de controlar ni gestionar adecuadamente con sus mejores jugadores, el aspecto más elemental y curiosamente el único en que no debería intervenir el dinero: las relaciones humanas.
Entre los próximos objetivos será conveniente contratar los servicios del mejor epidemiólogo. Aunque no hace falta que se trate del mejor, no resulte que pase a ser el próximo afectado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario