En estos últimos días Berlusconi aplica la mano dura contra la inmigración a la que hace responsable de la inseguridad ciudadana de su país.Por su parte, el recién elegido ministro de Interior, Roberto Maroni, aplaudió el éxito de la operación, al igual que Umberto Bossi, líder de la Liga Norte y ministro para las Reformas del nuevo Gobierno Berlusconi, quien consideró que éste es el tipo de actuaciones que "quiere la gente". "La gente pide seguridad y nosotros debemos dársela", insistió.
Es curioso que esto suceda en el país donde nacieron, actúan y están socialmente reconocidas y aceptadas la Mafia y la Camorra. Parece que a una parte de los italianos les molesta más la convivencia con rumanos, turcos, argelinos y subsaharianos que el conocer y aceptar hasta que punto la sociedad italiana está contaminada por dichas organizaciones.
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