Causa estupor comprobar como el Partido Popular incorpora a su cúpula incluyendo en sus listas para las próximas elecciones con el número 2 por Madrid a una persona que se incorpora oficialmente al partido el día después de ser designado, dejando al margen a un miembro con muchos años de antiguedad y excelente curriculum que anteriormete había promulgado su deseo de formar parte de dichas listas. ¿Las bases del partido no tienen nada que decir al respecto?.
Ha quedado bien patente para los que todavía pecaban de ingenuos, que en algunos partidos políticos la democracia queda reducida a una bonita palabra con la cual algunos pretenden darnos lecciones a diario, pero que en la práctica permanece guardada en el cajón de los asuntos pendientes.
En la elaboración de las listas de cualquier partido con una mínima salud democrática, las bases tendrian que estar presentes de una u otra forma y no quedar la elección de sus miembros, al capricho o a las presiones recibidas por el presidente de turno para satisfacer intereses de cualquier índole.
¿Porqué?
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