04 enero 2008

Sobre Fernando el Católico

Cómo quiera que se trata de un personaje no tan conocido como se cree de la historia de nuestro país, he recopilado algunos fragmentos un tanto curiosos e interesantes de un reportaje de Arnau Cònsul (periodista) y Àngel Casas (profesor de Historia Moderna en la Universidad de Barcelona) aparecido en el núm. 54 de la revista SAPIENS.

Fernando II de Aragón, Valencia, Catalunya, Sicília, Nápoles y Navarra, rei consorte de Castilla, conquistador de Granada, conde de Barcelona, duque de Montblanc entre otros tantos títulos ha sido un personaje manipulado por la historia y aún ahora es un gran desconocido para el gran público, pasando en el imaginario popular como el vetebrador de la España unitaria por su matrimonio con Isabel la Católica, reina de Castilla. ¿Pero que hay de cierto en esta creencia repetida tantas veces?.
Probablement poca cosa, si se tienen en cuenta todas las acciones llevadas a cabo después de su segundo matrimoniom en el año 1505, con Germana de Foix, de 18 años, descendiente de la casa de Anjou. En ese momento él tenía 53 años y era casi un viejo para la época, con problemas cardiacos y otras dolencias propias de la edad y resultado de una vida plagada de riesgos y aventuras de todo tipo, aunque conservaba intactas sus facultades mentales. Su visión política era privilegiada: siempre por delante de cualquier contemporáneo suyo. En los inicios del siglo XVI, clave para el futuro de Europa y el mundo, vería una nueva forma de gobernar (el absolutismo) y veía peligrar el patrimonio recibido por sus antepasados y que él mismo había engrandecido con notables esfuerzos bélicos y económicos.

Una familia fértil
Al quedar viudo de Isabel de Castilla, entre las muchas pretendientas y posibilidades que tenía, optó por Germana de Foix. Este matrimonio tenía unas profundas motivaciones políticas, pero no hay que descartar otras razones. Germana era muy joven y provenía de una familia en que las mujeres eras muy fértiles. Fernando no contemplaba ningún problema el tener nuevos descendientes a pesar de su edad. No obstante y había tenido cinco hijos con Isabel y algun otro bastardo -como Alfonso, reconocido por el rey y nombraqdo arzobispo de Zaragoza- y gozaba de una reputación de faldillero.
Hay que tener en cuenta lo que se escondia tras este matrimonio: Germana, sobrina de Luis XII, era una Anjou con derechos dinásticos sobre Nápoles, Sicilia y Navarra. En el tratado de Blois de 1505 que certificaba el enlace, los reyes de Francia y Aragón pactaron la dote de boda; el rey francés se desentendía de los territorios italianos, que pasavan a Germana i al hijo legítimo que tuviera con Fernando. Este heredero sería además, el futuro rey de Aragón. Aqui tenemos uno de los motivos por el cual la aristocarcia castellana se puso en contra de Fernando, ya que con esta maniobra imposibilitaba a su nieto Carlos, hijo de Felipe el Hermono y Juana la Loca, heredar la corona catalano-aragonesa, quedándose con Castilla y el imperio Germánico.
Este transfondo hace comprensible la urgencia procreadora que se apoderó del Católico pasados los cincuenta años. Así se entiende que después de la muerte prematura poco después de nacer del primogénito de Fernando y Germana, el rey quisiera remediar esa situación al precio que fuere. Dejando al lado su propia salud, el rey buscó la solución a sus problemas en la cantaridina, un afrodisíaco muy en boga en toda Europa en tiempos medievales y considerado como un remedio mágico.

El rey está enfermo
La cantaridina era una medicina eficaz; se elaborada triturando una de las especies de escarabajo mediterráneo; provocaba una irritación en la uretra y las consecuencias eran evidentes: una erección prolongada que podía durar horas. Pero tenía unos efectos secundarios no menos evidentes: lesión renal que derivaba en retención de líquidos y diarreas, y por si fuera poco, sometía el cuerpo a una hipotensión arterial nada recomendable para alguien con problemas de corazón.
En esa época desconocían esos daños colaterales, pero lo que si tenían claro los médicos era que el abuso del afrodisiaco menguaba la salud del rey. Tanto era asi, que era vox populi que el rey no estaba bien. Su muerte era una noticia esperada. Hasta tal punto que en Barcelona, las oraciones por la salvación del monarca no se interrumpían día y noche, sobretodo a partir del 1513. Según el historiador Jerónimo Zurita, persona muy próxima al rey "Estaba en este tiempo el rey en Medina del Campo: y siendo vuelto de Carrioncillo, adonde se había ido a holgar con la reina [...] adoleció de una grave enfermedad [...] ocasión de un feo potaje, que la reina le hizo dar para más habilitarle, que pudiese haber hijos [...] esta enfemermedad se fue más agravando cada día, confirmándose en hidropesía con muchos desmayos, y mal de corazón: de donde creyeron algunos, que le fueron dadas yerbas".
Con estos antecedentes las preguntas son obvias: ¿porqué el rey arriesgo su vida persiguiendo un hijo con Germana de Foix? ¿No se fiaba de su nieto Carlos, que era su legítimo heredero? ¿Quería separar otra vez, los dos grandes reinos ibéricos? ¿Algo no había funcionado durante el tiempo que estuvieron unidos, aunque mantuvieranuna clara independencia política y legal?.
Para entender los motivos del monarca hay que retroceder una veintena de años para situarse en la década de los 80 del sieglo XV, cuando los Reyes Católicos emprenden la política matrimonial de sus hijos y empiezan a mover las piezas para aliarse con las coronas más importantes de Europa por la vía de matrimonios con otros príncipes, evitando así futuros conflictos con esos reinos y engrandecer los bienes personales de la familia. De una buena alianza podía surgir una unión dinástica. Fernando e Isabel lo sabían muy bien y no escatimaron esfuerzos ni dinero en la busca de consortes idóneos para sus cinco hijos, sobre todo el rey, que de los dos era quien tenía más vocación diplomática.
De esa forma los Reyes Católicos casaron a sus hijos con príncipes portugueses y germánicos y con el rei de Inglaterra. La suerte, no obstante, no les acompañó. La tragedia se cebó son sus descendientes con los resultados ya conocidos: mueren dos de sus cinco hijos, dos yernos y un nieto de primer rango en linea sucesoria; la locura de su hija Juana. Para colmo de desgracias, en 1504 muere la reina Isabel dejando a Fernando un panorama nada alagüeño.

Peligra el patrimonio
Fernando tiene tanta prisa en encontrar nueva esposa y dejar bien claro que el hijo que tuvieren sería rey de Aragón y del resto de sus posesiones que a los castellanos no les quedaron dudas sobre sus intenciones. Queda evidente que los años de unión entre Aragón y Castilla pueden acabar pronto.Si la sangre no llegó al rio fue porque en lógica consecuencia el Católico optó por retirarse con su nueva esposa a sus dominios aragoneses.
En lo que se conoce como el tratado de Villafafila (1506) Felipe I y Joana I son proclamados reyes de Castilla, mientras Fernando continua ocupándose ahora de forma exclusiva de los territorios de la Corona de Aragón (que incluía Cerdeña, Nápoles y Sicilia, además de las Baleares, Cataluña y Valencia).

El testamento
En su testamento, Fernando el Católico deja sus bienes a su nieto Carlos I, pero ordena que el gobierno de la Corona de Aragón fuera para su hijo bastardo Alfonso, el arzobispo de Zaragoza. La disposición no se cumplió y el encaje de Carlos en la corona de Aragón siempre fue difícil. La muerte de Fernando el Católico convirtió además a Carlos en rey de Castilla, título que no le correspondía, porque la reina era Juana.
Un siglo después del compromiso de Caspe, la corona que había dominado el Mediterráneo durante dos siglos sufría un segundo cambio dinástico con la entrada de los Hasburgo (que pasaron a denominarse Austrias), que heredaron además la unión inciada por Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.
De esta forma Cataluña se convierte en un apéndice del enorme imperio español que continua creciendo al largo del siglo XVI encajando como un guante con la nueva forma dominante de la época, el absolutismo, una forma de gobernar muy contraria al parlamentarismo que habia sido tradicional en la monarquia catalanoaragonesa. Los esfuerzos de uno de los reyes con más ímpetu que tuvo nunca Aragón, y uno de los gobernantes más hábil y inteligente, de nada sirvieron ante el implacable curso del destino. Fernando II significa el final, con más gloria que pena de una de las etapas más brillantes de nuestra historia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Entiendo sus añoranzas de una Cataluña grande y libre pero creo que las razones por las que Fernando quiso engendrar otro hijo eran más simples. No hacía falta mucho para darse cuenta de que Felipe I no era muy apto para el gobierno y que Juana tampoco andaba muy ducha ni cuerda. De todos modos, me parece interesante su planteamiento, aunque no entiendo esa manía de los catalanes de poner "i" en lugar de "y" ¿Es menos opresiva la "i" que la "y" ? Además, "halagüeño" es con hache. Por lo demás, lo felicito. Un saludo.

Didac dijo...

Apreciado "anónimo": en primer lugar darle o darte las gracias por la atención prestada a la entrada de mi blog, la cual estaba orientada no a entrar en polémica alguna, sino a mostrar una versión de la historia desde una perspectiva no tan convencial de la que el público en general conoce. El trabajo obviamente no es mio tal y como queda reflejado en la presentación del mismo o sea, que las añoranzas a las que alude en ningún caso me pertenecen a mi, sino a los autores del mismo.
Si que me son imputables las erratas observadas en lo referente a las "ies" así como al "halagüeño" en cuestión ya que mi única labor a sido el molestarme en traducir el articulo de la revista, seguramente con más voluntad que acierto. Saludos.

Anónimo dijo...

Con independencia de que las teorías sobre los pensamientos de Fernando el Católico dan mucho juego,decir que lo de la unión de los reinos españoles con el fin de
crear una nación era sólo una idea de la reina Isabel es desconocer
totalmente la historia,algo que no
debe extrañar en quien continuamente dice corona catalano-aragonesa,algo que solo existe en su mente,ya que cualquier lego en historia de España sabe que el único reino era el de Aragón y que dentro de este se incluían diversos territorios ( condados,señorios, etc.)como en el reino de Castilla se encontraba Avila,Segovia,Santander,Vizcaya etc.,es decir que estábien copiar algo de interés para que nos cultivemos,pero cuando uno añade cosas de su cosecha se nota la escasez de conocimientos y los sueños de quienes poco o nada a la
Historia e la Gran Nación llamada España,pues eran simples territorios con los que jugaban los reyes aragoneses según sus intereses.