La moderación mostrada por los partidos nacionalistas creo que ha sido hasta estos momentos una de las claves de la estabilización en el sistema democrático de nuestro país. Pero esta vez, a mi entender, han traspasado peligrosamente esa línea imaginaria con el slogan empleado por Convergencia i Unió en unos carteles colocados con motivo de la actual precampaña.
La gente no se va de su país por ganas sino por hambre. Pero en Cataluña no cabe todo el mundo. Se podría decir más alto, pero no más claro. Me sorprende el giro tan radical en este partido.
Catalunya por su situación geográfica ha sido históricamente y es en la actualidad tierra de acogida siendo la composición de su población de lo más variada; en el pasado, gente venida del resto del Estado; en la actualidad, con provinientes de otros países. Un presidente reciente de la Generalitat proclamó que "es catalá tot el que viu i treballa a Catalunya". La contribución de los inmigrantes a que Catalunya sea un referente en todos los ámbitos tanto sociales, culturales y políticos, ha sido muy importante y a tener muy en cuenta. Sin su aportación seguramente este país no habría alcanzado los niveles de los que hasta ahora se vanagloriaba.
¿Cuál será el siguiente paso? ¿Qué se les ocurrirá cuando los índices de inmigración se acerquen a los que soportan desde hace ya muchos años países como Francia, Alemania, Gran Bretaña, etc, etc.?
Pero observo que nadie ha levantado la voz. ¿Será que en el fondo buena parte de la sociedad está de acuerdo con estos postulados y no se atreve a promulgarlo abiertamente?.
Si es así, es que empezamos a sufrir una enfermedad colectiva que tiene nombre y realmente eso si que me preocupa.
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